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Agenda

¿Qué hacer después de los incendios forestales? La restauración ecológica de las zonas incendiadas

17.10.2019

20:00 horas

Público general

Centro Social de Mayores. Plaza del Rollo, 2. , Villena (Alicante)

incendio, fuego, conferencia, Villena
Agenda

Conferencia de José Luis Rubio del Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CSIC-UV-GVA).

Los incendios forestales son siempre una tragedia biológica. La lenta y laboriosa construcción de un bosque mediterráneo y sus aportaciones de regulación ecológica, de estabilidad y protección del suelo, de contribución paisajista y económica y de mantenimiento de seres vivos, puede desaparecer en cuestión de minutos. Tras el incendio, y si este no ha sido muy intenso y si las condiciones de suelo y orientación son favorables, el sistema inicia una recuperación que puede tardar décadas en retornar a su situación de partida y que lleva normalmente asociada una pérdida de calidad biológica. Hay circunstancias desfavorables en las que el impacto de los incendios es particularmente dañino: cuando se produce en áreas con pendientes elevadas, sobre suelos de escasa profundidad, cuando los suelos afectados son suelos problemáticos de difícil recolonización por sus propiedades desfavorables, cuando se producen incendios repetidos sobre la misma zona en un corto intervalo de años y , por último, cuando un incendio de elevada severidad en una zona vulnerable es seguido por lluvias de elevada intensidad erosiva. En general, pero particularmente en estas condiciones, los incendios forestales constituyen uno de los factores más importantes en el incremento del riesgo de desertificación en la cuenca mediterránea.

En la lucha contra los incendios la rapidez en las intervenciones de extinción es clave. Hoy día existen los medios tecnológicos adecuados para mantener una vigilancia intensiva sobre todo el territorio, sobre todo en los periodos en los que el riesgo de incendio es evidente. El coste de actualizar los sistemas de vigilancia e intervención precoz es mucho menor que el daño económico, social y ambiental de los impactos del fuego. Es absolutamente necesario evitar que un foco de fuego se convierta en un frente de incendio. Si esto ocurre, el fuego puede avanzar descontrolado y prácticamente sin posibilidades de extinción, en situaciones que son cada vez más frecuentes.

Una vez extinguido el incendio es necesario evaluar e intervenir antes de que produzcan lluvias erosivas. Es recomendable establecer una fase inmediata de actuación de emergencia y otra a medio y largo plazo de actuaciones de restauración. Las actuaciones de emergencia han de ser muy selectivas, bien diseñadas y aplicadas porque en las zonas más frágiles y sensibles, una actuación descuidada puede hacer más daño que el propio incendio. Se recomiendan las actuaciones de conservación de suelo mediante técnicas de bioingeniería (barreras, fajinas, semillados, mulching, …). En el caso de grandes superficies afectadas, su complejidad y la enorme variedad de situaciones que ofrecen, requieren una evaluación de toda el área afectada. En esta evaluación también podrían identificarse “zonas de no intervención” por su capacidad natural de auto-regeneración. Uno de los objetivos primordiales es la protección y conservación del suelo. Si perdemos el suelo lo perdemos todo, la biodiversidad, el paisaje, la cobertura vegetal, la producción forestal, la regulación hidrológica y la fauna.

Finalmente sería necesario replantearse una política forestal y del medio rural realmente sostenible y multifuncional en un contexto de adaptación y mitigación del cambio climático, que probablemente incremente los riesgos de mayor incidencia de incendios forestales.