Hace aproximadamente unos cuatro meses compartíamos con todos vosotros una interesante experiencia que habíamos realizado en clase, a partir de dos orugas encontradas comiendo en las rudas de nuestro huerto escolar ecológico. Poco después, con ayuda de un microscopio USB y nuestros portátiles, descubrimos que estos bichitos eran dos larvas de Papilio machaon.

En los días siguientes, alimentamos a las dos orugas con ruda y perejil y asistimos al proceso de elaboración de sus crisálidas. Incluso nos ilusionamos con la idea de conseguir ver la transformación completa. Pero los días iban pasando y las crisálidas cada día estaban más oscuras, más secas. Lo cierto es que poco a poco fuimos perdiendo la esperanza, y así se han ido pasando los meses.

Hasta hoy.

Y es que, por increíble que parezca, esta mañana nos hemos encontrado al llegar a clase dos preciosas mariposas revoloteando por el aula.

Podéis imaginar nuestra cara de asombro. ¡Se había completado el ciclo de las macaón!

Eso sí, tras disfrutar de su belleza un ratito, las hemos trasladado con mucho cuidado a nuestro huerto escolar. Y allí se han quedado, revoloteando entre el perejil y los árboles frutales, que ya empiezan a florecer y que os mostraremos muy pronto.

Os dejamos algunas fotos. ¡Esperamos que os gusten!